La llegada del internet y el comienzo de la era digital ha significado un gran cambio en nuestra vida cotidiana. Nuevos servicios han aparecido que facilitan las tareas del día a día. A medida que avanza la tecnología nuevas puertas se van abriendo lo que se traduce en cada vez más servicios que se vuelven más cómodos para el usuario. En nuestros días la masificación de los smartphones nos da un sin fin de posibilidades en este sentido, ya que tenemos en la palma de la mano la posibilidad de acceder a internet y utilizar cualquier servicio que deseemos.

Uno de los sectores que ha aprovechado esta revolución para mejorar sus prestaciones es el bancario y financiero. Así, gracias a la utilización de múltiples servicios digitales, nacieron las llamadas Fintechs (abreviación de tecnología financiera). Estas compañías ofrecen múltiples servicios bancarios y financieros como son las bancas y préstamos digitales, métodos de pagos electrónicos, la posibilidad de utilizar criptomonedas, entre otros.

El principal objetivo de las Fintechs es lograr que más personas puedan utilizar los medios electrónicos y acceder al crédito otorgando servicios muchos más fáciles, cómodos y rápidos. Esto es clave pues hay una gran parte de la sociedad que encuentra poco atractiva la forma en que funciona la banca tradicional ya que está acostumbrada a la celeridad e inmediatez que proporciona la digitalización.

Los préstamos y los bancos digitales son dos de los servicios más populares realizan las Fintechs. Estos son increíblemente novedosos en el país, y se han comenzado a popularizarse en los últimos 5 años. Tal es fue su rápida aparición y crecimiento que no habían marcos regulatorios y durante un tiempo estuvieron en una zona gris del derecho.

Los bancos digitales son entidades bancarias que ofrecen los mismos servicios que un banco normal pero sin atención al cliente física. Todas las operaciones son realizadas por una página web o una app. Estos bancos digitales son mucho más cómodos y rápidos de usar y están atrayendo cada vez más usuarios, a tal punto que los bancos tradicionales han debido realizar aplicaciones similares para poder mantenerse en competencia.

Por otro lado los préstamos digitales consisten básicamente en tomar crédito por una página web o app realizando toda la gestión por internet. Estos sean han convertido en una gran alternativa de financiamiento para muchas personas. Por un lado comparte las mismas características de facilidad e inmediatez que tiene la banca digital y por el otro ofrecen generalmente alternativas de préstamos chicos lo que abre una puerta a consumidores que necesitan de este tipo de crédito.

Ambos servicios presentan sus desafíos desde el punto de vista jurídico, pero hay que poner especial atención a los préstamos digitales ya que debido a los métodos que utilizan pueden presentar serios problemas para el deudor como para el prestamista.

Básicamente los pasos para tomar un préstamo digital son los siguientes:

 

  1. Registro: la persona que desee adquirir un préstamo tendrá que registrarse y aceptar los términos y condiciones. Generalmente las compañías piden pocos requisitos para el registro.
  2. Validación de la identidad: Aquí la empresa prestadora trata de verificar la identidad de la persona utilizando los datos suministrados por ella como distintas bases de datos a las que puede tener acceso.
  3. Evaluación de riesgos: Usando los datos suministrados por el usuario y diversas bases de datos un programa de computación evalúa el riesgo que puede llegar a tener la operación de crédito.
  4. Solicitud del crédito: En base a la evaluación anterior se le ofrece al solicitante distintas alternativas de crédito. Así podrás elegir entre distintos montos y cuotas.
  5. Confirmación y acreditación: Elegido el monto del crédito y los cuotas a pagar, el solicitante deberá aceptar los términos y condiciones del contrato y luego de hecho esto se le acredita automáticamente en su cuenta el monto solicitado.
  6. Pago: El pago de la deuda se hace a través de descuentos automáticos de la cuenta donde se depositó.

 

Como podemos ver el proceso para poder solicitar un préstamo digital es bastante sencillo y rápido. Esto se debe en gran parte a la automatización que hay presente en el mismo. Sin embargo, debido a justamente esto, es que aparecen dificultades para ambas partes. Estas se manifiestan específicamente al momento de realizar la confirmación de la operación.

Como dijimos para poder finalizar el pedido del crédito hay que aceptar los términos y condiciones. Esto se hace a través de un contrato de adhesión en el cual las cláusulas del mismo ya están preestablecidas por la entidad financiera. A su vez la voluntad de someterse a dicho contrato es, en la mayoría de los casos, realizada a través de la metodología click-wrap que consiste básicamente en tildar en una casilla para aceptar o rechazar el mismo.

Aquí nos encontramos que siendo consumidores de un préstamo de este tipo vamos a tener que tener especial atención a los términos y condiciones a los que nos sometamos. Debido a la modalidad de utilizar un contrato de adhesión y que sea aceptado con la modalidad click-wrap, la empresa que los realice deberá poner cuidado en que las cláusulas sean entendibles y asegurarse que la persona lo lea completamente antes de prestar conformidad.

Por otro lado, la forma de estos contratos y el tipo de firma que realiza el aceptante del mismo va a traer repercusiones al momento de realizar la ejecución del mismo en caso de incumplimiento. En un contrato de crédito tradicional esto no seria mucho problema pues las partes firman de manera ológrafa un documento que habilite, llegado el caso, la vía ejecutiva (es un tipo del proceso que es mas veloz que los procesos ordinarios y hay nula discusión entre las partes) o al menos uno que permita luego que esta sea preparada.

En los préstamos digitales sin embargo todo el proceso es realizado por medio de un contrato digital.  Aquí vamos a ver que hay ciertos requisitos que vamos a tener que cumplir si deseamos usar la vía ejecutiva, prestando especial atención a los modos de probar el contrato y ver si es un título ejecutivo. Además la firma del mismo, que demuestra la manifestación de la voluntad del deudor va tener sus particularidades y va a estar relacionado íntimamente con la cuestión del proceso ejecutivo.

Hay que distinguir entre firma electrónica y firma digital, la última consiste en un procedimiento de codificación que se aplica a un documento digital para garantizar la autoría e inalterabilidad del mismo y la primera es básicamente todas aquellas formas en las que uno signa un documento digital pero que no reúne los requisitos legales de una firma digital. La principal diferencia entre ambas es que en la firma digital hay una presunción legal sobre la autoría y la inalterabilidad del documento, y en la electrónica esta presunción no se encuentra presente.

Esta distinción tiene mucha relevancia a la hora entablar un proceso ejecutivo ya que el documento firmado digitalmente es igual al documento con firma ológrafa lo que nos puede facilitar la realización del proceso. Pero si está firmado electrónicamente habrá que hacer reconocer la firma, y hay que tomar en cuenta el escaso margen probatorio con el que nos encontramos en estos procesos.

Respecto a esta problemática hubo un caso reciente en que un tribunal de Buenos Aires rechazó la petición de un proceso ejecutivo por que la prueba que se ofreció del contrato digital celebrado no era suficiente para siquiera intentar reconocer la firma. Sin embargo de la sentencia se desprende que si está debidamente probado el contrato con firma electrónica, el mismo podrá ser sometido al reconocimiento y quedar preparada la vía ejecutiva.

Esto último es de vital importancia para poder proteger los derechos de los acreedores frente a los deudores que no pagan ya que la firma electrónica permite la facilidad de los préstamos digitales y si solo se admitiera la firma digital entonces su acceso sería bastante restringido pues es muy dificultosa de conseguir.

Como se puede apreciar las Fintech son novedosas empresas que ofrecen servicios bancarios y financieros con muchas facilidades y comodidades. Cada día su importancia es mayor pues gran parte de la sociedad las prefiere antes que tener que utilizar los medios tradicionales.

Sin embargo su gran novedad nos plantea múltiples desafíos tanto desde la perspectiva del consumidor como también desde el punto de vista del empresario que ofrece estos servicios.

Contar con el asesoramiento adecuado puede ser la diferencia entre poder ejercer correctamente nuestros derechos o ver frustrado su ejercicio. En Miranda Calderón Abogados contamos con expertos en la materia que pueden atender cualquier duda que se le pueda presentar. No dude en contactarnos para poder brindarles nuestros servicios sobre Fintechs y cuestiones similares.